Gastronomía

La gastronomía de Jalpa de Méndez tiene raíces profundas en la tradición prehispánica y ha sido influenciada por diversas culturas a lo largo del tiempo. La zona de Tabasco era hogar de la antigua civilización maya, cuyo legado sigue vivo en la cocina local. Los mayas tenían una conexión especial con la tierra y los ingredientes que les brindaba, y esta relación se refleja en la diversidad de platillos que se encuentran en la región.

El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), a través del Diario Oficial de la Federación dio a conocer 12 de noviembre de 2024, la declaración de protección de la indicación geográfica “Butifarra de Jalpa de Méndez “. Esta declaración protege el producto, incluyendo sus características, componentes, forma de extracción, procesos de producción o elaboración, envase, empaque o embalaje y comercialización; y se delimita a la zona geográfica protegida del municipio de Jalpa de Méndez, en el estado de Tabasco.

La comida típica más famosa de Jalpa de Méndez, Tabasco, es la butifarra, una salchicha que se distingue por su elaboración artesanal. Tal es así que cada año se lleva a cabo el Festival de la Butifarra.

El Festival de la Butifarra es una fiesta gastronómica y cultural que se celebra anualmente en este municipio. El evento busca promover y enaltecer la butifarra, platillo tradicional de la región, además de impulsar la economía local y el turismo. Durante el festival, se pueden disfrutar de la butifarra en sus diversas presentaciones, espectáculos culturales, música, juegos mecánicos y la venta de artesanías y otros productos locales. 

Otros platillos representativos incluyen el pozol, una bebida de maíz con cacao, y platillos de la gastronomía tabasqueña general como el puchero tabasqueño y la carne salada con chaya. 

Artesanías

Las principales artesanías de Jalpa de Méndez, Tabasco, son las jícaras labradas y decoradas a mano, así como objetos de cerámica y artículos tejidos con palma o guano, que incluyen petates y cestas. Las jícaras, provenientes del fruto del árbol del jícaro, son vasijas tradicionales usadas también para servir el pozol, y hoy se trabajan con diversas técnicas de decoración. 

En este municipio se ha perfeccionado la técnica de esgrafiado para decorar la superficie exterior de las jícaras con motivos figurativos y simbólicos diversos. De igual forma, se ha mantenido la costumbre de ahumarlas sobre el fogón para otorgarles esa coloración obscura que produce el hollín, además de utilizar una tercera técnica conocida como “ceñido de jícaras”, con la cual se le confieren nuevas formas al fruto original. Actualmente la diversidad de técnicas con las que se decoran las jícaras tiene el objeto de impulsar la tradición artesanal local, ya que estos objetos son elaborados fundamentalmente para el comercio y su función es principalmente estética.